lunes, 1 de agosto de 2011

Juan Carlos Rivas, bajista de la banda.

Lo que poco se imaginaban es que ese respeto permanecía latente años después. Homenajes colectivos en últimas versiones del Festival Rock al Parque parecían un buen aliento, pero no suficiente como para pensar en algo grande. Pero en el 2010, cuando el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo los invitó a dar un concierto desprevenido para hacer memoria de sus principales canciones, se encontraron con que la gente les demandaba volver a grabar.
 
"El regreso fue natural, y el pretexto fue otro, hacer un concierto para una amiga que se accidentó (...), esta fue una reunión de exalumnos del colegio. Vamos a portarnos mal; lo que pase luego, no sabemos", afirma Juan Carlos Rivas, bajista de la banda. el tiempo

las bandas locales se hacían respetar.

"Estamos empezando de cero otra vez, y todo ha cambiado. Nosotros volvimos a hacer un disco como pensábamos que se hacían. Hasta ahora nos enteramos de que ahora se hacen es canciones y sencillos", dice Mario Duarte, a sus 46 años.
 
En su momento, La Derecha le dio dignidad al rock de acá. Un episodio: cuando rechazaron la 'invitación' que les hicieron para abrirle a una muy reconocida agrupación australiana que venía a Colombia, bajo la condición de salir al escenario a doblar. No hubo escándalo, pero el suceso tuvo incidencia histórica, al menos en las raíces de la naciente escena rock: las bandas locales se hacían respetar.

"Ay qué dolor"

El actor Mario Duarte, la voz líder, se pregunta aún hoy cómo fue posible que se les haya ocurrido semejante 'alias' para este grupo, que fue fundamental en la historia del rock nacional, y que esta semana presentó Polvo eres, un disco de reencuentro.
 
El álbum tiene un sabor a melancolía, gracias a su versión de la canción Emociones, de Roberto Carlos. Por eso, el video revive imágenes de los primeros años de La Derecha y, a la vez, ventila sin prejuicios que cada día están más gordos y calvos, pero que no se olvidan del sonido original de Ay qué dolor y Paraíso congelado. el tiempo